Me llamo Odette Fernandez Lopez. Nací en Tula por azares de la vida. No en el cuarto que cogió candela porque alguien se quedó dormido y no apagó la vela. Nací en Rusia. Mis padres se fueron a estudiar allá. Se conocieron. Se enamoraron.
Y de ahí salí yo.
Sietemesina.
Según me cuenta mi mamita, frente al hospital donde nací hay un monumento que marca el lugar hasta donde llegaron los alemanes. Justo ahí fueron derrotados y, por su importancia histórica, Tula fue declarada Ciudad Héroe en 1976.
Un buen sitio para nacer, verdad?
Por un año fui la «mascota» del edificio. Todos los amigos de mis padres se turnaban para cuidarme mientras ellos estaban en clases. Como resultado, tenía una deliciosa colección de tíos y tías. Pero no era fácil estar al día con los contenidos, así que me llevaron para Cuba cuando tenía 11 meses para que viviera con mis abuelitos y mi tía.
Por eso de Rusia solo tengo una inscripción de nacimiento manchada por el tiempo y fotos, muchas. Por suerte mi papá era entusiasta de la fotografía y tengo recuerdos. — Ahora que pienso: será que de él heredé mi amor por la fotografía? Nunca se me había ocurrido eso hasta ahora.–
Esa es mi génesis, el primer capítulo de mi vida. Aunque en realidad casi nunca le digo a la gente donde nací. Para qué? Con este pelo, quién lo va a creer? Igual soy cubana hasta la última célula aunque hoy esté lejos.
Fotos tomadas de:
http://russiatrek.org/blog/history/tula-kremlin-one-of-the-oldest-fortresses-in-russia/
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