Sol, Mediterráneo y Cuatro Joyas de la Costa Blanca

Balcon del Mediterraneo

Aquí va el relato de una escapada por cuatro joyas de la costa levantina: Benidorm, Alicante, Dénia y Gandía. No llevamos abrigo… pero sí anécdotas, carcajadas, y un buen bronceado de recuerdo.

Hay viajes que se planean, y otros que simplemente se sienten en la piel. Este fue de esos. Una maleta ligera, cero chaquetas, y muchas ganas de absorber el Mediterráneo como si fuera vitamina líquida.

🌴 Primera parada: Benidorm – Donde la fiesta nunca duerme (y tú tampoco)

Benidorm es como ese primo fiestero que siempre tiene un plan. Rascacielos al borde del mar, playas de postal y una energía que ni la siesta puede frenar. La Playa de Levante fue nuestra base: chiringuitos, paddle surf y un atardecer que merecía aplausos.

Y si creías que lo habías visto todo… prueba subir al Balcón del Mediterráneo de noche. Una mezcla entre romanticismo y videoclip de reguetón.

📌 Tips rápidos:

  • No te pierdas el mirador de la Cruz al amanecer. Magia.
  • En vez de un souvenir, llévate un tatuaje improvisado. Total, ¿qué puede salir mal?

🌇 Alicante – Más que castillos y tapas (pero también)

Conocida por su Castillo de Santa Bárbara, Alicante nos recibió con historia, mariscos y ese aire relajado que hace que el tiempo camine más lento.

Paseamos por el Barrio de Santa Cruz, subimos calles empinadas como si fuera cardio turístico y nos perdimos entre flores y callejuelas. Por la noche, cervezas artesanas en la Explanada y risas hasta que las estrellas dijeron basta.

🍴 Pro tip gastro:
Pide un arroz del señoret en la playa del Postiguet y que el Mediterráneo te lo agradezca con una ola de felicidad.

🌊 Dénia – Donde el mar y la montaña se saludan

Dénia es ese lugar donde podrías retirarte joven y feliz. Playas tranquilas, calas escondidas como la Granadella (vale, no tan escondida, pero sigue siendo joya) y una gastronomía que dan ganas de mudarse.

Además, es ciudad creativa de la gastronomía por la UNESCO. Y créeme, no es casualidad. Una paella frente al puerto, seguida de un paseo por el castillo de Dénia… lo demás es historia (y digestión feliz).

🚤 Planazo inesperado:
Un paseo en catamarán al atardecer. Literalmente nos sentimos como en un videoclip de Shakira, pero sin el drama.

🌅 Gandía – Más que universitarios en verano

Gandía fue la sorpresa. Sí, tiene fiesta, pero también alma. El casco histórico, con su Palacio Ducal de los Borja, nos dejó con la boca abierta (y no solo por la horchata que nos tomamos después).

La playa de Gandía es de esas en las que puedes caminar eternamente con los pies en el agua. Arena fina, ambiente animado y atardeceres que parecen pintados por un influencer con dron.

📸 IG moment: Foto desde el espigón con los colores del cielo explotando. Corazón garantizado.

🧳 Conclusión: ¿Viajar sin abrigo? Siempre. ¿Viajar sin ganas? Nunca.

Este viaje por la Costa Blanca fue como un reset solar. No necesitas grandes planes ni mapas complicados. Solo necesitas sol, buen rollo, y una playlist que suene a verano.

Así que si estás pensando en una escapada donde el clima sea tu cómplice y el Mediterráneo tu mejor filtro, Benidorm, Alicante, Dénia y Gandía te esperan con los brazos abiertos y las temperaturas altas.

🚀 ¿Te animas a viajar sin ropa de invierno?

Cuéntame en los comentarios cuál de estas ciudades es tu favorita o cuál incluirías en tu ruta soñada.
Y si te gustó esta aventura, ¡comparte este post! Ayudamos a más viajeros a dejar el abrigo en casa.