Primeras impresiones de la madre Patria

Primeras impresiones de la madre Patria - Viajando sin ropa de Invierno
Hoy me levanté temprano. Desayuno en casa con un bagge de pan de ajo con chorizos y queso, jugo de mango.
Camino a la estación pasamos a por una tarjeta para el móvil pero no había con tarifas para Cuba. Y eso que en el barrio de Rudi mi amigo cubano; lo encuentras todo. Es un barrio muy bonito se llama Villaverde Bajo.
Entramos a la estación a coger la renfe, que es así como se le dice a la línea del tren que va por arriba, aunque un 90% de la línea es subterránea. OJO: Para entrar a la estación tienes que tener un ticket sino no se abren las puertas.
En las pantallas que hay por do quier dicen todos los trenes, las vías, la duración del viaje y el time que demora en llegar la renfe. Nos bajamos en Atocha que es la estación central pero ahí nos dijeron que debíamos llegar a Chamartín otra estación que es la de tramos cortos.
No puedes equivocarte mucho, debes de leer las pantallas y estar atento a las voces que dicen por donde quiera. Si te metes por un lugar que no es, después no tienes como empatarte con la bola, porque no puedes brincarte las vías, es sancionable. Tienes que subir y bajar escaleras y estar seguro de que esa es tu vía. Incluso en la renfe dentro tienes pantalla y voces también que te van diciendo las cosas (paradas, vías, hora, temperatura) Importante: climatizado y no sientes que es un tren. Para bajar y subir a los andenes y a las vías son todas escaleras eléctricas. Todo automatizado.
Es cierto que un 95% de los españoles necesitan coche para el trabajo pero el transporte público es buenísimo y mucha gente lo utiliza. También las condiciones son óptimas.
Todo vigilado, policías y cámaras a diestras y siniestras. Ya cuando llegué a la estación de Cha-martín que compré el boleto que me senté en un asiento a esperar la renfe, de buenas a primeras se me aparecieron unos policías. Que no sé, ni de donde salieron y me pidieron los papeles. Todo bien por suerte. Lo malo es estar indocumentado y no es el caso.
Historia con los policías: Estaba sentado yo, como quien no quiere las cosas y cuando veo a los polis que me piden la documentación el instinto me da por meterme las manos en el bolsillo para sacar  «carné de idad». Que hasta ese entonces había olvidado que traía conmigo. Un lacxus. Rápido recapacité y supe entonces de que estábamos hablando.
Sugerencia: Si alguna vez desea venir a España, tenga claro 3 cosas.
1. Nunca venga a rumbo sin contar antes con una gente que le dé al menos las primeras orientaciones; y si eres turista mucho más.
2. Nada de indocumentados. Tenga todos sus papeles en orden. Aquí todo está muy bien pensado. No hay inventos.
3. Ten sentido de la economía. Te encuentras cosas a muy buen precio, otras caras y otras muy baratas. Siempre hay ofertas. En cualquiera de los casos te cobrarán hasta la sonrisa.
Los boletos de la renfe son como los del avión. Y por dentro SIN PALABRAS. Nada comparado con el tren Santiaguero. Dios mío de la vida. Es la misma cosquillita como cuando despega el avión. ¿Se imaginan así con esa cosquilla dos horas y pico de viaje? No veía la hora de bajarme de la cosa esa. Lo mejor de esto es que no hace falta que se llene la renfe para que parta. No es como los boteros (chóferes de los almendrones) o la guagua 222 allá en La Habana que hasta que no se llene el bote, no salen.
Y el problema de los españoles (al menos los que he conocido), que no es un problema sino que no es hábito común para nosotros; es que son muy amables. Si 20 veces te ven, 20 te saludan. Incluso con el propio señor que recogía los boletos en la renfe. Habían cerca de 30 personas en mi coche y sino dijo 30 veces buenos días las dijo 50, y no es que me burle. Es que no es costumbre para mí hacerlo.
Enseguida me puse a pensar que si fuese en Cuba; la negra que recoge los boletines se para en medio del pasillo. Dice Buenos días(eso si está de buenas ese día). Porque si se levantó con el moño virao ni los dá y mata la jugada al momento.
Pero es tanta la educación que llega al punto que molesta. En la renfe nadie habla alto, no escuchas si quiera a nadie hablar. Salvo las voces de mando de la pantalla. Nadie escuchando música (al menos para el disfrute de todos). Silencio total. Todos sentados y puesto para la suyo. A la de la lado sin querer la rocé con el codo y le dije Disculpa. Me dijo Vale, no pasa nada. Esa fue toda la conversación durante todo en viaje. TODO UN DIÁLOGO.
En una ocasión cogí a la mujer delante mío cuchicheando con la de al lado. Y me dije «Mírala chismeando con la otra». Y pues no, resulta que la estaba regañando por algo que hizo. Pero todo muy calmada, como si se hubiese tomado un preparado de diazepanes con trifluoroperazina.
De camino a la Universidad de Salamanca ví un castillo. Está situado en el pueblo de Ávila. Era realmente inmenso, así como en las películas. La muralla por fuera, el palacio en medio y al rededor y dentro de la muralla muchas casas. Que además luego me enteré que es uno de los más antiguos, mejores conservados y es Patrimonio de la Humanidad.
También vi, muchas fincas y los típicos pastores de entonces con su perro al lado y sus ovejas.
Hay cosas aún desconocidas para mí y posibles temas de investigación. Como por ejemplo ¿Por dónde sale y se oculta el Sol  y a que hora lo hace en España? Es que son las 17.30 y está en el mismo lugar que cuando lo ví a las 10am. Incluso al montarme en el tren lo vi ahí mismo. Y en todo el trayecto lo veía en el mismo lugar; pero ahora que lo pienso mejor, el sol casi no se siente aquí, comparado con Cuba. Pero me senté en el lado donde daba el muy cabrón y me dije ahorita se va. Y hasta que me bajé estuvo de ese lado.
Al final descubrí que sale y se oculta por el mismo lugar de siempre. Lo que me estaba ubicando mal. O sea que aquí amanece más tarde y oscurece también un poco tarde, todo lo contrario de  allá.
Finalmente llegué a mi destino. Es una ciudad de ensueño. Si me enamoré de Madrid apenas iba aterrizando el avión en el Barajas; esto me ha cautivado el corazón. Es una ciudad de ensueño. Todo muy limpio. Muy todo.
Pasé en el taxi por frente a una floristería que hay aquí en el centro y ni les cuentos. Cuantas flores. Que colores más vivos. Y las fuentes y los edificios. Todo muy sofisticado. Y la vista desde mi habitación es preciosa. Es amor a segunda vista.

3 Comments

  1. Venirnos a España ha sido un giro total, dejamos de estar en la burbuja que vivimos. Lo malo es que extrañamos porque a pesar de estar en la Habana y lejos no es lo mismo porque aqui hay que limitarse a levantar el telefono y llamar a la familia.
    Me encanta tu blog, es muy majo jejejjejejej

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