Mis vacaciones de navidad más que para visitar lugares me ha servido para reencontrarme con los amigos de toda la vida, para retomar fuerzas para esta nueva etapa en mi vida y para hacer nuevos amigos.
Entre ellos, se encuentran Esther y Rubén; dos personas increíbles que le abrieron la puertas de su casa a Yai, acogiéndola en su seno familiar. Una pareja simpatiquísima, bien chéveres (como dirían en Cuba) que me agradaron desde el primer momento que conversé con ellos.
A la primera, la conocí comprando en L´illa y a Rubén, tuvimos la suerte que el domingo no trabajaba el bus que habitualmente se toma para llegar a Saint Boi y nos fue a recoger para llegar hasta dicho lugar.
El uno hace maravillas en la cocina, un menú de degustación exquisito y Esther unos postres para chuparse los dedos.
Conversando en su terraza me comentaban sobre el Día de Reyes, sobre la tradición de la cabalgata, y de las peripecias que hacen los padres esa noche para que los niños despierten al día siguiente con sus regalos. Se conocen historias donde no sólo los pequeños de la casa le escriben a los reyes pidiéndoles por su buen comportamiento durante el año, sino también los adultos.
De ahí que decidiera a escribir mi propia carta a los Reyes Magos; he aquí la misiva:
Queridos Reyes Magos
Me llamo Edgar, y quizás aún no me conozcan porque es la primera vez que les escribo. Hace 28 años cuando estábamos en pleno período especial mis padres me enseñaron que no se pedía nada, y por eso es que crecí con esa idea fija; no sabía que existían reyes que hacían cumplir los deseos de los niños y por eso tampoco hice esfuerzo por pedirles a ustedes.
Por cierto, soy cubano y ahora que me siento en libertad de pedirles les hago llegar mi primera de muchas cartas. Yo sé que mi comportamiento durante el año no ha sido el mejor; pues he tenido que adaptarme a una serie de situaciones, previstas algunas otras no, que me han impuesto la necesidad de no ser precisamente como quisiera. Tampoco he sido el ser humano valiente que imagino, sino una persona común, con sueños, esperanzas y miedos que vive el día a día y resuelve como puede los problemas que se le presentan. Soy una persona que a veces bebe, sale de fiestas, come de más, hace trampa, que ayuda a sus familiares y amigos cuando puede, que se equivoca, que se cae y que se levanta: que ve con dolor o indiferencia lo que pasa a la gente que está fuera de su círculo cercano, pues su voluntad sólo alcanza para proteger a aquellos a quienes dice amar. En fin, una persona como cualquier otra.
Aún así, creo que merezco la posibilidad de soñar e imaginar que la vida puede ser mejor de lo que es, por eso les escribo esta carta esperando puedan traer alguno de los regalos que espero de ustedes.
Me gustaría levantarme el día a día y saber que mis padres están bien. Tener la conciencia tranquila de que le he retribuido todo el amor y el cariño que ellos me han profesado a lo largo de todos estos años.
Segundo; estar siempre rodeado de amigos, de los que se hacen sentir en los momentos cuando extrañas tu casa y a los tuyos. Los que te hacen sonreír con muy poco, los que te brindan su mano, su cama, su casa. De los que cuando han pasados días sin saber de ti, te envían un emoticono alegrándote el día.
Tercero; poder terminar mi máster y aprender lo más que pueda de esta gran oportunidad que me ha dado la vida.
Cuarto; me gustaría que mi país fuera un lugar donde todo el mundo pudiera expresarse sin temor al que dirán; o en el que mi opinión valga, no importa que no simpatice con tu criterio o con el de aquel, pero tener criterio propio y que sea respetado.
Quinto; quisiera que mi país fuese el lugar al que puedo entrar sin temor a no poder salir, que todos pudieran navegar libremente en internet y no sentirte una oveja negra en el lugar que te vio nacer.
Finalmente; si no fuera mucho pedir, me gustaría tener un trabajo estable, más o menos bien pagado, con seguridad social, incluida la jubilación, una casa no muy grande en la que quepan mis amigos o mi familia cuando me visiten, un coche aunque no fuera último modelo, dinero para pagarme las clases de idiomas y si se puede, vacaciones.
Queridos Reyes Magos, soy consciente de lo excesivo de mis peticiones, por lo que comprenderé que no puedan cumplir todas ellas, sé también que lo más fácil sería cambiarme de país, pero eso ya lo hice y aún así no resuelve mucho las cosas.
De cualquier manera gracias y como dice el dicho «soñar no cuesta nada».
Queridos Reyes Magos
Me llamo Edgar, y quizás aún no me conozcan porque es la primera vez que les escribo. Hace 28 años cuando estábamos en pleno período especial mis padres me enseñaron que no se pedía nada, y por eso es que crecí con esa idea fija; no sabía que existían reyes que hacían cumplir los deseos de los niños y por eso tampoco hice esfuerzo por pedirles a ustedes.
Por cierto, soy cubano y ahora que me siento en libertad de pedirles les hago llegar mi primera de muchas cartas. Yo sé que mi comportamiento durante el año no ha sido el mejor; pues he tenido que adaptarme a una serie de situaciones, previstas algunas otras no, que me han impuesto la necesidad de no ser precisamente como quisiera. Tampoco he sido el ser humano valiente que imagino, sino una persona común, con sueños, esperanzas y miedos que vive el día a día y resuelve como puede los problemas que se le presentan. Soy una persona que a veces bebe, sale de fiestas, come de más, hace trampa, que ayuda a sus familiares y amigos cuando puede, que se equivoca, que se cae y que se levanta: que ve con dolor o indiferencia lo que pasa a la gente que está fuera de su círculo cercano, pues su voluntad sólo alcanza para proteger a aquellos a quienes dice amar. En fin, una persona como cualquier otra.
Aún así, creo que merezco la posibilidad de soñar e imaginar que la vida puede ser mejor de lo que es, por eso les escribo esta carta esperando puedan traer alguno de los regalos que espero de ustedes.
Me gustaría levantarme el día a día y saber que mis padres están bien. Tener la conciencia tranquila de que le he retribuido todo el amor y el cariño que ellos me han profesado a lo largo de todos estos años.
Segundo; estar siempre rodeado de amigos, de los que se hacen sentir en los momentos cuando extrañas tu casa y a los tuyos. Los que te hacen sonreír con muy poco, los que te brindan su mano, su cama, su casa. De los que cuando han pasados días sin saber de ti, te envían un emoticono alegrándote el día.
Tercero; poder terminar mi máster y aprender lo más que pueda de esta gran oportunidad que me ha dado la vida.
Cuarto; me gustaría que mi país fuera un lugar donde todo el mundo pudiera expresarse sin temor al que dirán; o en el que mi opinión valga, no importa que no simpatice con tu criterio o con el de aquel, pero tener criterio propio y que sea respetado.
Quinto; quisiera que mi país fuese el lugar al que puedo entrar sin temor a no poder salir, que todos pudieran navegar libremente en internet y no sentirte una oveja negra en el lugar que te vio nacer.
Finalmente; si no fuera mucho pedir, me gustaría tener un trabajo estable, más o menos bien pagado, con seguridad social, incluida la jubilación, una casa no muy grande en la que quepan mis amigos o mi familia cuando me visiten, un coche aunque no fuera último modelo, dinero para pagarme las clases de idiomas y si se puede, vacaciones.
Queridos Reyes Magos, soy consciente de lo excesivo de mis peticiones, por lo que comprenderé que no puedan cumplir todas ellas, sé también que lo más fácil sería cambiarme de país, pero eso ya lo hice y aún así no resuelve mucho las cosas.
De cualquier manera gracias y como dice el dicho «soñar no cuesta nada».
La carta me tocó el corazón… No hay deseos más simples y nobles. Y que te los conceden, de seguro. Ánimos!
Eres un chico noble y sencillo! Te merece todo lo que has pedido! Y espero ser entre tu amigo que te visitan de vece en cuando en tu casa!
Una carta con la cual nos identificamos gran parte de los cubanos que estamos fuera de nuestro pais, y porque no, tambien muchos ciudadaos del mundo.pienso son cosas basicas a las que deberian tener acceso todos y cada uno de los habitantes del globo terrestre; para mantener un modo de vida simple y digno.
seguro estoy lograras cada uno de los deseos expresados en esta carta.Se requiere solo un poco de valentia, paciencia e inteligencia; de las cuales a ti te sobran hermano mio. Como se dice aqui en Italia " nel mio piccolo" sabes que puedes contar conmigo.un abrazo. Feliz dia de Reyes!