Viajando a una de las ciudades universitarias de Italia

Viajando a una de las ciudades universitarias de Italia
El viaje a Bolonia no fue tan fácil como lo pensé, después de llegar a Madrid y de haberme estudiado en profundidad el plano del metro; estando ya en el aeropuerto, tuvimos que esperar más de lo debido por una huelga en los aeropuertos franceses.

Pese a todo, aunque con algo de retraso llegué a mi destino final, Reggio Emilia a una hora de viaje de Bolonia. Y no puedo negarles que esta ciudad universitaria, cuya universidad fundada en 1080, la más antigua del mundo occidentalen muchas ocasiones, al recorrer sus estrechas calles me recordaba a mi Salamanca.

Reggio Emilia fue otro de esos lugares en los que a pesar de tener itinerario listo, al final no hice ni la mitad de las cosas que me propuse. Pero en cambio me metí en cada patio, en cada edificio, museo, mercado, palacio o castillo que encontraba abierto; no me importaba que no supiera parlare italiano, no más saludaban enseguida les preguntaba si hablaban inglés y en la mayoría de los casos «señas que tu conoces».

Es un lugar tranquilo, perfecto para descansar, que presume de su centro peatonal, de sus tranquilas plazas y de ser la ciudad donde nació la bandera italiana.

El centro, se puede recorrer a pie o en bicicleta, y desde cualquier punto de la ciudad es fácilmente accesible a principales puntos de interés como la Piazza Prampolini y la Piazza San Próspero. 

Aunque debo admitir, que fue más que un lugar turístico al que visitar, en todo caso podría considerarla como el trampolín al resto de ciudades que visité. Debido a su posición geográfica puedes planificarte un día de paseo a ciudades como Milán, Florencia, o Pisa. 

Dentro de la misma provincia de Reggio Emilia se encuentra Correggio, un lugar paralizado en el tiempo; sempre le stesse strade le escucho decir a un señor mayor a mi lado, caminando con toda la dificultad y el cuidado que implicaba pisar aquellos adoquines del siglo XV. 

Correggio es la cuna del pintor Antonio Allegri il Correggio, y del teatro  Bonifazio Asioli donde  Luciano Pavarotti dió sus primeros conciertos.

A diez kilómetro de allí se encuentra Carpi, la ciudad que recibió la Medalla de Plata al Valor Militar por su participación en la resistencia contra la ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial.

En medio de la plaza grande, encontramos el Palazzo dei Pio, entre sus muros los nombres de aquellas personas que fueron deportadas a los campos de exterminio masivo nazi. A un costado del palacio, el museo que guarda las imágenes, piezas y algunos pasajes de aquellos espantosos días que ha presenciado la historia de la humanidad. En el patio y en el centro del lugar un monumento erigido a esas víctimas.

Llegar para el almuerzo de Verona nos costó casi dos hora de viaje y un de pié a las ocho de la mañana. Aunque había más gente para entrar en casa de Julieta, que en el propio restaurante donde comimos.

Para mi fue una ciudad increíble; específicamente la casa de Julieta es una locura, estuve a punto de desistir entrar porque era demasiada la gente que había allí. Los turistas en especial los chinos son del terror, caen en bandadas y apenas podías caminar entre la multitud. Entrar a la casa y hacerme la foto en el balcón que Shakespeare describiera en su obra; fue imposible.

Pero si colgé mi mensaje en la muralla de la entrada, y luché contra viento y marea para llegar hasta la estatua de bronce de Julieta, para sacarme una fotografía tocando su seno derecho, ya desgastado. Según la tradición si lo haces volverás a Verona y seguramente encontrarás el amor verdadero, yo por si acaso le toqué el derecho y el izquierdo también.

En definitiva, la mejor escapada que puede plantearse es viajar a Italia y conocer más allá de las pastas, la pizza y el lambrusco. Ver el contraste entre la ciudad y el campo. El mezclarse con la gente propia del lugar y escucharlos hablar que aunque parezca que están discutiendo sólo están conversando; ver los grandes cultivos de uvas, las granjas.  

Espero que haberle tocado los senos a Julieta me sirva para regresar a Verona y conocer el resto de Italia también. Aún me queda mucho por descubrir de este increíble país. 

2 Comments

  1. Lindo comentario de los lugares donde naci (CARPI), donde vivì mi infancia (Correggio), y donde vivo ahora (Reggio Emilia), gracias Edgar!

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