Made in China

Made in china - Viajando sin ropa de invierno
Los vínculos económico-sociales-políticos que permiten escribir acerca de lo lejano de las relaciones entre Cuba y China, se remontan al 3 de junio de 1847 cuando arribaron al país, en aquel entonces aún colonia de España, los primeros 203 culíes. Los últimos llegaron en 1874. 

Así sucesivamente se fueron sumando, hasta llegar a unos 150 mil contratados que, en realidad llegaron a suplir a los esclavos, en aquella época cuando el comercio y el contrabando negrero se tornaron insostenibles. Siendo incorporados a las labores agrícolas e industriales en la producción del azúcar.

Al pasar del tiempo, la inmensa mayoría se integró a la sociedad constituyendo familias, y participando en diversas actividades productivas en distintos sectores de la economía.

Según datos que revelan el proceso de transculturación y la Historia de Cuba en general; se afirma que esta corriente humana contribuyó al desarrollo y crecimiento de la economía cubana, aportando además elementos autóctonos al mosaico de costumbres y cultura que cuajaba en la isla.  

Para aquel entonces, se avisoraba una creciente relación diplomática entre ambos gobiernos que se ha mantenido vigente hasta nuestros días; que arribó a cincuenta y cinco años; y producto a lo cual se firmaron muchos acuerdos, donaciones, e intercambio entre ambas naciones.

Como resultado de estas relaciones bilaterales; comenzamos entonces a visualizar por doquier, dígase mercados, tiendas de ropa, útiles del hogar, herramientas, etc.la marca personal de dicha potencia económica. No había un artículo que se comercializara en la isla que no dijese Made in China. Incluso ahora que estoy fuera, me he dado cuenta que en muchas ocasiones refiriéndose a ellos, se dice «Es que están por todos lados. Donde quiera que vayas, a cualquier país del mundo, siempre hay una comunidad, una tienda o un barrio chino«.

Si es cierto que están por todos lados, y que tienen la solución a todo o casi todo; aunque quizás la relación oferta-demanda y calidad, no puedan relacionarse en la misma oración. Lo que no quita que, cualquier cosa que estes buscando y no lo encuentres en el lugar al que asiduamente visitas, bien puedas adquirirlo con un 99% de seguridad en un bazar chino.

En algunas ocasiones le restamos importancia a la marca, y dudamos de la calidad del producto, por el mero hecho de ser realizado en ese país, sin antes tener en cuenta que Made in China más allá de un frase que repetimos y escuchamos a diario, es el nombre de una empresa transnacional que agrupa proveedores, mayoristas y exportadores chinos que comercializan a nivel mundial los productos que allí se fabrican. Que está categorizada además con la  Norma ISO 9001; regulando todos los elementos organizativos y administrativos para lograr productos y servicios de calidad.

Otras de las cosas con las que convivimos en la isla es con los espacios televisivos; pues ante la escasa variedad y gracias a la colaboración de las cadenas de televisión China, ahora se disfruta de una programación habitual más variadas, entre los programas encontramos Así es China, Recorriendo China, Conociendo la Cultura China, Arte Culinario Chino, Novelas, series, mangas y animes chinos, entre otros programas chinos.

A Dios gracias, por esos espacios televisivos que hacían más variada la programación cubana; pero, ya me conocía la Gran Muralla, la Ciudad Prohibida y el Templo de Shaolin de arriba a abajo y de abajo a arriba. Con el tiempo que llevaba viendo esos programas, que además se retransmitían en varios horarios del día; se podría decir que había ido y vuelto de China cinco veces, sin haberme ido de viaje y sin tener la más mínima idea de que era un pasaporte ni un permiso de visado siquiera.

Recuerdo una vez además que en mis intentos por innovar en la cocina, prendí la televisión en el canal donde daban Arte culinario chino, y ya listo a elaborar mi plato del día, me encuentro con que aquel chef tenía una mesa llena de ingredientes, vegetales, etc. y yo apenas unas cebollas, ajos, aceite y algún que otro sazonador; lo cual no me frenó a seguirlo porque con menos cosas me las he apañado. De buenas a primera da una explicación acerca de su opción del día y cuando comienza a mezclar, poner, freir; me encuentro en un punto en el que de todo lo que requería para la elaboración de aquel platillo solo contaba con la cazuela. ¿De dónde iba yo a sacar aceite de oliva, aceite de sésamo y pescado? ¿ Qué se creen los chinos? ¿Qué porque vivamos en una isla bañada por las aguas del Mar Caribe y el Océano Atlántico; debemos de consumir productos marinos?

Entonces, me dí cuenta de lo poco que sabían los chinos de nuestra cultura y que si quería innovar en la cocina, era mejor hacerlo con el libro de Nitza Villapol; porque ¿qué cubano que se respete no sabe hacer un arroz con pollo, un congri o un ajiaco cubano?; bueno eso, y porque también se necesitan menos ingredientes.

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