A mi no me crean, pero dicen los que saben

A mi no me crean, pero... - Viajando sin ropa de invierno
Vivir fuera de Cuba no es jamón. Dicen los que saben que hay varias etapas por las que se pasa y son más o menos así:
La primera etapa: El Ostinamiento.
Todavía estás en Cuba. No tienes claro donde vas a aterrizar, pero no importa, siempre que no veas más nunca un almendrón o una guagua, ni el verano sin ventilador.
La cuerda floja; (que si me voy, que si no me voy). Es la segunda etapa.
Los combatientes de inmigración te hacen conocer que aún puede ser peor… Maratónica espera: el visado, pasaporte, carta de invitación, asuntos legales y otras cosas para el viaje.
Acto final: La Habana; aeropuerto con tu familia.
Ha sido un camino largo, todavía algo se puede joder. El uniforme de Inmigración aún te hace temblar. Finalmente, la ventanilla. Momentos de tensión, el guardia lee de punta a cabo el pasaporte como una novela, (qué carajo buscará?). Mira 40 veces en el espejo que tienes a tu espalda, (pa´ vacilarte será!!!). Sudas.
-¿A dónde vas? ¿Por qué? ¿Visita por tres meses? ¿Y vuelves?
 -Sí, ………………. espérame sentado. Sí compañero, por supueeeesto!
Finalmente el Cuño… COÑOOOO
¡Un momento! ¿Y ahora por qué el avión sale con retraso? Seguro que es por mí. ¡Usted veráaaa! De seguro alguien se enteró de los 40 ‘fulas’ para agilizar el papeleo (no te quejes, si taita Julián hubiera podido comprar su carta de libertad por 40 dólares, la historia de Cuba hubiera sido otra…).
Cuando el avión finalmente se separa del piso te vuelve el alma al cuerpo.
Tercera etapa: El papelazo
Esta etapa empieza en el avión. ¿Cómo se cierra el cinturón? No pides otra Coca Cola no vaya a ser que ‘no te toque’ o la azafata te dé una mala contesta. En Inmigración (la otra era EMIGRACIÓN), aunque no te quieran, te tratan con respeto.
Puede durar mucho aprender a usar dropbox, google Drive o hacer alguna búsqueda real en internet. ¿Qué cosa es un Seguro? ¿Cómo sacar dinero de una Cash machine sin meter la tarjeta al revés? ¡El mundo es tan lindo! Te deslumbran los autos nuevecitos, las mujeres maquilladas, los hombres de cuello y corbata en el banco.
¿Cuánto puede durar esta etapa? No sé, pero aún no quieres ver a Cuba ni en fotografía y piensas que no te hacen falta los amigos.
Cuarta etapa: El Aterrizaje (toma más tiempo de lo que muchos creen).
Ahora a buscar trabajo! Y… Pasaron 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7 semanas. Y na´!!! Ni de sepulturero encuentras un puesto. Conoces la ciudad de arriba abajo y no has hecho ni un amigo. ¡Te empieza a molestar la soledad y el clima!
Tu mente es una cabrona. Empiezas a pensar en la vieja (la madre), en el barrio, en la mesa de dominó. En los negrones que al pasar las muchachas decían cochinadas (hoy piensas que son piropos) ¡Qué simpáticos muchachones! Que diferentes a estos rubios que no tienen sangre en las venas. No bastan ojos azules y 1.80.
Una vez escuché Radio Reloj online. Eran las 6:30 de la mañana en Cuba. Podía ver a la vieja levantarse e inundar la casa con el aroma de café que aunque fuera chícharo, en ese momento no querría uno mejor. Estuve como media hora oyendo el TIC TAC que me despertó cada mañana de mi vida. ¿Creerías que rompí a llorar?
Quinta etapa: La morriña
Empieza cuando llega tú único amigo por el resto de tus días: El gorrión. Tarda pero llega. Un 31 de diciembre, o el día de las madres te preguntas: ¿Y qué coño hago yo aquí? 
Los recuerdos te acorralan y te sacan sangre. Reconoces qué lindo es tu país y su gente y que jodío te tiene el frío, el invierno y la nieve.
Descubres a Lecuona, Matamoros y a Cuní. Tu libro de cabecera se llama: ¿Donde está mi Habana? En tus CD’s están El Bola, la Bourke y hasta Maria Teresa Vera. En tus DVDs: Buena Vista Social Club. Idealizas una Habana que sólo existirá en tu corazón, diferente a la mía o la de otros.
La palabra ‘asere’ ya no te suena fea. 
 
Usarás más y más dicharachos criollos que te diferenciarán del resto de este país. Porque ahora quieres ser diferente, es más, hacer saber a todos tu origen. Te fajas con los que hablen pestes de tu patria. Te fajas con los comemierdas que dicen que la Salsa no es el Son o discuten que Salsa es esa mierda llamada New York Style. 
Señor; la salsa se baila sólo de dos maneras: BIEN o MAL.
 
La última etapa: Resignación
Cuando dos cubanos se encuentran, la primera pregunta es: ¿Cuánto tiempo llevas aquí? Como si estuvieras en prisión. Porque es verdaderamente una condena no estar en tu tierra. Entiendes de una vez que los que estamos fuera, necesitamos más de los que están allá; que ellos de nosotros. Sus problemas se resuelven mandando unos dólares, lo que necesitamos nosotros no cabe en un paquete de correos.
 
Llega finalmente la esperada primera visita a la isla.
¡Qué desilusión! Estás allá y ya no eres de allí. No conoces al grupo de moda, a donde va la ruta 222, o qué novela estén poniendo. La Habana te es más ajena que Hong Kong… Al segundo día, si no fuera por la familia, quisieras volver a casa. ¿A casa? ¿Pero no era esta tu casa?
No perteneces a ningún lugar. No existes, todo es un espejismo sub-real. Como dice la canción: ‘No eres ni de aquí, ni de allá’.
Ser CUBANO es una carrera muy larga, se llega por diferentes caminos y tú escogiste el más difícil.
En el aeropuerto, al regreso, esa vez no te harán tantas preguntas. Las preguntas te las vas a hacer tú… Si yo lo hubiera sabido antes. Tarda tiempo y muchas lágrimas entender cuál es nuestro verdadero lugar. Quizás hasta el momento no hayas vertido ni una lágrima, quizás sí.
Pero si ya lo hiciste, te diré como dicen en nuestros barrios: ¡Eso no es na´, prepárate pa´ lo que viene!

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